10. La Mentira del "Golden Ear" (Oido de oro)
Esta es la mentira más atrapadora y tal vez debería ir a encabezar este listado, describirla en amplitud requeriría todo un artículo.
El poseedor del "Golden Ear"; quiere hacer creer a su audiencia que con su oído tan perfecto, tan sensible y tan exquisito, puede oír diminutos matices del sonido reproducido que es demasiado difícil de alcanzar para el resto de nosotros mortales.
Por supuesto, NO es cierto.
Cualquier persona sin discapacidad auditiva real puede oír lo que oyen, valga la redundancia, pero sólo aquellos con formación y/o experiencia pueden saber qué hacer con él y la forma de interpretarlo.
Así, si un altavoz tiene un gran bache en 3 kHz, no va a sonar como con una respuesta plana a cualquier oído, de oro o de estaño, pero sólo el oído experimentado rápidamente identificará el problema.
Es como un motor de automóvil en el mecánico, al escuchar sus sonidos este (El mecánico) podrá conocer casi al instante lo que está mal.
La calidad de audición del mecánico no es diferente a la suya, solamente que el sabe que es lo que acaba de escuchar.
Ahora aquí viene la parte realmente mala. El auto-nombrado Orejas de Oro (tweako), subjetivista, permanentemente consultado sobre de alta gama de audio, vendedor de salón, cabecillas de audio-club, Etc. Etc, a menudo induce a pensar justamente lo contrario con argumentos intimidatorios tal como "¿No oyes eso?", "¿ Como no notas la diferencia ?", dice cuando se comparan dos amplificador (Por ejemplo).
Debes escuchar enormes diferencias entre los dos, cuando en realidad no los hay los de "GE" no pueden escuchar mejor, sino que simplemente dicen que asi lo hacen, basándose en la aceptación de su condición de "GE" ¡ Mala idea ¡.
La mejor defensa contra esta mentira es, por supuesto, la prueba de "Doble Ciego ABX", (Véase el N º 4) que separa a aquellos que afirman conocer algo de los que realmente lo hacen.
Es sorprendente cómo algunos "GE" NO se queden al primer intento (en una sala ABX) con los resultados correctos.
Fuente :
www.theaudiocritic.com/downloads/article_1.pdf