El nuevo proyecto de ley del Registro Civil tiene como novedad que los apellidos de los hijos se inscribirán por orden alfabético, salvo que los padres indiquen lo contrario.

Se me ocurren algunas consecuencias que vamos a notar a medio-largo plazo con esta medida: por un lado, se dará una progresiva desaparición de los apellidos que comiencen por letras del final del abecedario, mientras se aseguran la eternidad los Alonso o Aberasturi.
Por otro, que empezará a disminuir el número de Hernández, González y García, ya que las parejas eligirán en primero lugar el apellido más singular.
Y por último, que se irán desterrando algunos apellidos "difíciles de defender" a lo largo de la vida, por poner un ejemplo, Zorrilla o Pajín, que además comienzan por letras no muy beneficiadas.

Mira tú...