y yo
el problema, me temo, es que cuando un partido político prueba la sangre -ajena- repite: ha pasado siempre
seamos serios de una vez: a día de hoy y en democracia, el asesinato de estado tiene siglas: psoe; y puesto que muchos de aquel entonces perseveran en la actualidad, es lícito y hasta razonable que otros tantos se teman lo peor
yo, por ejemplo, en manos de rubalcaba, también por ejemplo, no confiaría ni la vida de una triste mariquita, porque rubalcaba es un hombre que ha demostrado sobradamente tener razones, razones de estado
dicho lo cual, no tengo ni idea de qué pasó el 11m: pero vista la vehemencia de los unos y de los otros, no me creo una higa de la versión oficial ni de la conspiranoica, y por descontado, a quien menos creo es a los jueces, tan venales ellos en estos tiempos donde montesquieu ha muerto o va camino del cementerio; ya de la profesionalidad policial, ni hablo, menos en un país donde profesional es sinónimo de secta
tengo, en cambio, cierta debilidad por los clásicos: ...cui prodest scelus, is fecit: o sea, que el beneficiario acostumbra a ser el autor de un delito, lo cual es muy útil tanto a la hora de redactar pastiches policiacos como de averiguar quién te ha robado la cartera
lo dice séneca, en medea, un sinvergüenza de mérito y una tragedia corriente
propicios