Permíteme que me atreva a sugerirte que intentes informarte algo más. Por ejemplo, Garzón llegó a pedir el certificado de defunción de Francisco Franco. Los hay que afirman que Elvis Presley está vivo, pero no me imaginaba que Garzón fuera tan fan de Franco como para pedir oficialmente ese certificado. Para, después de recibirlo, declararse incompetente. Justo lo que se decía desde instancias superiores desde el principio ¿de verdad eso no te parece raro?
Tirar sobre eso es fácil y hasta divertido: en realidad la resolución de hoy ha sido por unanimidad porque los socialistas querían que dejara de instruir el caso Pretoria y así librarse de su fino y acerado instinto.Creía que ibas a tirar más sobre la unanimidad de la resolución de hoy.
Instinto que, combinado con su pulcritud profesional, ha hecho que históricamente casos que estaban muy claros hayan acabado con los acusados en la calle por defectos en la instrucción. Total el juez de instrucción ya había chupado más cámara que Belén Esteban...
Su juzgado también destaca por su ejemplar discreción: jamás ningún sumario instruido por Garzón ha sufrido ninguna filtración que no interesara a determinados poderes fácticos.
Y qué decir de su proverbial diligencia, con instrucciones supersónicas como la del caso Faisán, faisán que estará más duro y pellejudo, el pobre...
Por no hablar de su enternecedor amor por los animales, bueno, por sus cornamentas, más bien.
Bueno, todavía espero a que me expliques cómo pudo Manos Limpias reaccionar anticipadamente a lo del Gürtel y presentar su querella contra Garzón alguna semana antes de que el Batman de la judicatura consiguiera que la AN abriera oficialmente la investigación.En fin. Si la acusación no tiene más pruebas que aportar...
Tampoco has querido tampoco tratar el caso de las cesiones de crédito del Santander. Mi asesor financiero no dejaba de maravillarse al ver que Botín salía limpio de polvo y paja.
Y todavía no hemos entrado en las escuchas ilegales. Supongo que eso se explica afirmando que Garzón hacía uso de que llamas su independencia judicial, que para él también parece suponer independencia de las leyes.
Una independencia tan firme y magnánima que es capaz de fichar por el PSOE cuando este empezaba a estar en horas bajas antes de unas elecciones y, tras enterarse de que no iba a ser un señor ministro, dejar nominalmente la política, volver a la judicatura, y empapelar a varios compañeros de lista electoral. Pero sin encausar al responsable último, desde luego.
En fin, menuda joya.
¿Realmente no has encontrado a alguien más digno de admiración? No sé, alguien como Roldán, Millet o Jesús Gil.