mi mejor amigo de la infancia es barcelonés, antes venía a pasar los veranos a mi pueblo en Sevilla, y desde hace años ya no viene pero seguimos en contacto, y por lo que me comenta es que allí los políticos van por un lado y la gente de a pie va por otro, que los políticos están en las nubes y a la *gente le preocupa cosas de verdad.
dice que sí, que hay bastantes que creen que el estatuto es algo bueno, pero otros muchos que ven en el estatuto como algo que los políticos catalanes quieren que se les ponga a los catalanes para diferenciarlos.
mi amigo dice que lo que los políticos quieren es que los catalanes lleven una etiqueta en la camiseta donde diga soy catalán y por lo tanto soy especial y que hay gente que se siente incómoda por eso.
Edito para poner: ¿entre los catalanes del foro esta es es una idea generalizada o mi amigo es un bicho raro y su entorno también?
y una opinión mía:
creo, supongo, que los políticos catalanes deben estar haciendo algo mal cuando se están creando tantas antipatías.
en un artículo de Josep Ramoneda en El País, dice que el texto del estatuto peca de grandilocuente (no sé si usaba esa palabra exactamente) porque parecía un faro que DEBÍA guiar a la España supuestamente no tan avanzada en ideas, y que pecaba de sermón en algunos artículos, como si el estatuto fuese el poseedor de la verdad y guía del buen camino. es para reflexionar.