El tema continúa.

Parece ser que el Departamento de Educación de la Consejería no se fía de lo que los profesores les dicen sobre el idioma que utilizan en las clases, ya que ahora tendrán que ser los delegados de cada clase los que rellenen un formulario indicando si sus profesores utilizan o no el idioma catalán.

Además, esos alumnos (digo yo que menores de edad) tienen que firmar con su nombre, soportando, por tanto, la responsabilidad sobre la veracidad de lo que se indique en dicho formulario.

Yo me hago varias preguntas:
1. ¿Por qué no se fían de lo que los propios profesores les dicen? Digo yo que será porque tienen indicios de que los profesores no dicen la verdad. ¿Y por qué no dicen la verdad?, ¿por miedo a represalias?
2. ¿Qué pasará con ese alumno (delegado) que mienta en dicho formulario? ¿Será sancionado?

Creo que ése no es el camino para defender el idioma de tu región. >