Cita Iniciado por jmml Ver mensaje
entiendo que la señora en cuestión, como mayor de edad, es la garante y responsable de la propiedad que oferta, tanto más evidente cuanto que esa propiedad se alberga en su cuerpo; ¿o vamos a dar menos crédito a la individua en cuestión y a su capacidad para obrar según su libre albedrío que a la nota simple de registro de una vivienda, cuando acudimos a comprarla?
porque de otro modo, esa duda cabría hacerse extensiva a cualquier relación económica, y darse por hecho que el ofertante actúa o puede actuar bajo manipulación o coerción, de modo que el estado se cree con el derecho de intervenir, primero, despojando de la propiedad al ofertante, y después, decidiendo quién ha de ser el comprador
el comunismo feroz, vamos, que en cuestiones de órganos, impera en occidente

el libre comercio entre las personas es eso, libre, y asume que ambos, mercader y comprador, obran y actúan siguiendo sus legítimos intereses

nosotras parimos, nosotras elegimos; derecho a morir con dignidad, etc, son lemas perfectamente asumidos en la actualidad, y que implican el libre ejercicio de la propiedad del individuo sobre su propio cuerpo (en el primer caso, incluso, sobre el cuerpo de otro aún no nato); de modo que un riñón no me parece materia más importante o más digna de crédito

otra cosa muy distinta es la catadura ética o estética de un espectáculo que usa como argumento ese hecho, y que lo usa, no seamos ingenuos, porque sabe que lleva aparejado la polémica y por ende la audiencia, quien, por otra parte, es la verdadera culpable de toda esta bazofia, puesto que es quien genera la demanda, quiere más y más de eso o de algo peor que eso

propicios
Si no discuto nada de lo que dices, jmml, solo te digo que en España no se realiza la donación en vida de órganos salvo que seas familiar directo. Y vuelvo a repetir, tengo, por desgracia, un caso muy directo en la familia. La novia de toda la vida de este familiar quería donarle su riñón y no pudo por no ser familiar directo. Es lo que hay, o al menos lo que hemos vivido en primera persona. Y a mí me parece bien, la verdad. El "todo vale" tiene que tener un límite.

En cuanto a lo que opino de este tipo de programas, baste decir que tenemos lo que nosotros (la audiencia en general) pedimos, ni más, ni menos.

Un saludo