Cita Iniciado por fenomeno Ver mensaje
Bien, que cuál es el elemento diferenciador?. Ya lo expuse en su día:.

La Constitución española reconoce en su art. 2 las regiones y nacionalidades. Por ese motivo la propia Constitución estableció dos procedimientos para acceder a la autonomía, con diferente vía, procedimiento para la aprobación del Estatuto y nivel competencial. Si lees un poco acerca de los debates de los constituyentes en las ponencias, los que pasarían por la vía reforzada de autonomía eran las comunidades que habían realizado el referéndum de aprobación de su Estatuto durante de la II República (Catalunya, País vasco y Galicia), las nacionalidades, las regiones históricas o naciones, término éste último que le da urticaria a más de uno.

A este grupo podrían haber añadido aquellos a los que la propia Constitución les otorgaba derechos históricos como territorio foral, pero parece ser que no estaban muy interesados en ese nivel de autonomía. Por último, a este grupo se sumaban los territorios en los que tres cuartas partes de los municipios de cada una de las provincias quisieran integrarse y esta decisión se ratificara mediante un referéndum que ganara por mayoría absoluta en cada provincia. Esta vía solo la siguió Andalucía.

Las regiones para las que se contempló la vía ordinaria, no es que no tengan historia, obviamente no sólo ha habido piedras en Castilla o en Cantabria, pero no se han autoproclamado históricamente esos fuertes rasgos identitarios y culturales que crean un vínculo de pertenencia a una misma comunidad, una comunidad que se ve diferente a las comunidades vecinas. No han tenido una voluntad política de articular sus propias instituciones, normas, una manera de verse en el mundo como una comunidad diferenciada de sus vecinos. Aragón tiene muchísima historia, pero por lo que sea, no desarrolló una reivindicación de autogobierno mantenida en el tiempo.

Respecto a esa autoproclamación, es evidente que el nacionalismo es una construcción social. Las regiones históricas han tenido una voluntad mantenida durante mucho tiempo en construir ese discurso. Por eso en todos los nacionalismos, sean naciones con o sin Estado, hay muchos mitos. De la misma manera que los andaluces se identifican con la feria de abril, porque no hay nada más andaluz que esta feria, cuando la crearon un vasco y un catalán. Sí, la pertenencia, la identidad, los rasgos comunes, son construcción social. Creo que todos sabemos que genéticamente somos iguales.

En definitiva, sí, regiones históricas son las que se han autodefinido así a lo largo de muuuucho tiempo, y eso tuvieron en cuenta los constituyentes que redactaron esta misma Constitución española. Esto es el espíritu de la transición, eso que se intentan cargar ahora deslegitimando las reivindicaciones de autogobierno porque no son diferentes a los demás, porque no pueden tener privilegios.

Saludos.
Dando por sentado que yo soy firme partidario de respetar todos los acuerdos constituyentes, hasta con los que no estoy de acuerdo, mi punto de vista es el siguiente;

Yo parto de un concepto completamente diferente, que es el de que no creo en la diferencia entre los territorios, sean de ámbito local o nacional. Para mi todos los “pueblos” son iguales. Yo empezaré a creer en la diferencia de los pueblos cuando en virtud de esa misma diferencia pidan menos de algo que los demás pueblos; menos poder, menos derechos, menos competencias, menos recursos… hasta que llegue ese momento todos los pueblos son iguales, tienen las mismas aspiraciones y las mismas quejas.

En cuanto al tema de las identidades pienso lo mismo. Me encantan, las disfruto muchísimo, me enriquecen como persona, pero no admito desde un punto de vista intelectual que en función de esas diversas idisiosincracias se sustancien diferencias políticas o administrativas. Cómo habrás notado las diferencias identitarias son uno de esos grandes engaños que nos meten en vena para manipularnos de la forma más sutil y artera. ¿Vamos a sustituir ahora el culto religioso por el identitario?, con lo que nos ha costado llegar a ser sociedades laicas ahora tenemos que lidiar con creencias de tipo místico que tienen la consistencia de un folio de papel. Imagínate, todo el acervo histórico almacenado en el tema de tu identidad depende de que tus padres yacieran en una zona u otra, o simplemente que tuvieran que emigrar para buscar una forma de ganarse la vida. Pues vaya mierda de concepto que depende de donde vivas para poder interpretarlo, por no hablar de la nula aportación personal a algo en la que no tienes ninguna participación.

Tampoco entiendo muy bien la búsqueda de una justificación histórica – ya sea real o inventada - para la consolidación de los proyectos independentistas o nacionalistas. Yo soy un apasionado de la historia, pero considerar a los pueblos, reinos o poblaciones históricas como porteadores sagrados de ideas de este tipo es un poco fantasioso, cuando el concepto realmente universal de la ciudadanía (dejando a un lado la Grecia clásica y el Imperio Romano como un modelo muy restrictivo y selectivo de su aplicación) es relativamente moderno, digamos que la Revolución francesa podría ser su antecedente más representativo, a finales del siglo 18. Así que realmente hablas de poblaciones sometidas al vasallaje; siervos, súdbitos o algo peor. El nacionalismo en su más pura expresión data de finales del siglo 19.

Yo creo que el único argumento irreprochable que justifica la búsqueda de una independencia es el de construir algo nuevo aunando múltiples voluntades, o dicho de forma más lírica, la potestad de escribir tu propio futuro.
Todo esto dejando claro que no hablamos de pueblos explotados, sometidos o tratados de forma injusta o arbitraria por otras naciones o comunidades, en cuyo caso nos encontramos con otro tipo de conflicto.

La pregunta final que creo que es pertinente realizar es; ¿en qué favorece a la convivencia - unos de los valores supremos a mi entender - el nacionalismo?

Saludos