Parece ser que Occidente a picado en el anzuelo lanzado por China. Ofreciendo mano de obra barata (sin sindicatos, sin derechos laborales, sin coberturas sociales, etc.), pocos impuestos a las empresas, en definitiva grandes beneficios, el capitalismo occidental será víctima de su propia voracidad y avaricia desmedida. Es una buena manera de empobrecer a los países y sociedades capitalistas, enriqueciendo a una elite minoritaria de esos mismos países.