Pues no es por meter leña, pero sigo flipando con Suiza.

El otro día me llega una carta certificada, sin más datos que origen de envío: Zurich. Estaba un poco mosca porque tener que ir a buscarla me jorobaba, dado que hace poco me mudé y tener que ir al correo de Winterthur cuando los horarios son limitados para buscar una carta cuyo contenido ignoraba... en fin. Llamé, como ya hice dos veces, al número de atención al cliente, y pedí que lo reenviasen a mi nueva dirección. Los 6 francos (unos 4,80€) que me iba a costar ese servicio adicional, no me los cobraron (ni ahora ni en las otras dos ocasiones).

Abro la carta y es del Saturn, empresa del grupo MediaMarkt. Resulta que hace 2 años aproximadamente había devuelto algo, por unos 15 €, y nunca había canjeado el vale que me dieron. Pues como ahora esa sucursal cierra, han revisado su sistema y me mandan una tarjeta regalo que puedo usar en cualquiera de sus tiendas con una carta explicando que como no lo había gastado, tome aquí la tarjeta regalo.

ESO es atención al cliente. Flipo en colores.

Además sigo encantado con los servicios públicos. El cambio de residencia me costó 5 minutos en la web del ayuntamiento anterior y 5 minutos en directo en el ayuntamiento nuevo. Es más, había intentado hacer lo segundo por la web del pueblecito nuevo y me equivoqué, y me llamaron para explicarme con total amabilidad lo que había hecho mal, sus horarios, lo que debía llevar, y me AGRADECIERON mi tiempo.

TRABAJAN PARA EL CIUDADANO.

Asco de país, oiga

Entre eso, los sueldos y mi nueva pareja, estoy tan a gusto que me acabo de atar de forma permanente a este pequeño y maravilloso país mediante hipoteca por el 50% de una casa que ni en mis sueños hubiese imaginado tener nunca...

Que sí, el tiempo puede ser una mi...a. La gente es más arisca. Los sueldos son altos y los impuestos bajos, pero el coste de vida es alto también. Pero con un paro en menos del 3 por ciento y lo TRANQUILO que se puede vivir aquí, a cualquiera de vosotros al que le salga la posibilidad de venirse, le diría que sin dudarlo un segundo.

Saludos helvéticos!