Tendría tantas cosas que decir, que espero no extenderme demasiado...

Es mi décimo año como universitario, y mi segunda carrera. Tardé ocho en terminar la primera (Biología, en Oviedo); la comencé muy ilusionado, con 17 años, pero tras el primer curso se me quitaron las ganas: profesorado incompetente, un plan de estudios que no se ajustaba a lo que yo esperaba... Renqueante, sin ningún tipo de interés por la Biología, logré terminarla en junio de 2006.

Unos meses antes, tras un curso de extensión universitaria del que me había matriculado para completar los créditos de libre elección, me empecé a interesar por la ingeniería forestal, hasta el punto de que en octubre de 2006 me matriculé en esa carrera en Mieres. Y ahora mismo estoy feliz cual perdiz estudiando algo que me encanta.

¿Los profesores son mejores en la escuela de Mieres que en la facultad de Oviedo? ¿El plan de estudios es el que yo querría? En absoluto, se han vuelto a repetir los mismos inconvenientes: la diferencia es mi actitud, y veo en los chavales que van conmigo a clase la misma desgana y pasotismo que a mí me invadieron entonces.

Mis conclusiones son similares a las de pernath: el sistema universitario funciona mal por culpa de una serie de profesores a los que la docencia les importa un comino, y que desaniman a sus alumnos, pero también porque la mayoría de los alumnos no son lo suficientemente maduros como para asumir que la responsabilidad de su formación depende sobre todo de ellos: de su capacidad para ser disciplinados e interesarse por las materias independientemente de la labor de sus docentes. Esto desemboca en la dinámica de estudiar para aprobar o, directamente, del aprobar como sea, que a base de echarle morro y años conduce a la obtención de un título; de hecho, yo tengo uno de Licenciado en Biología obtenido de esa forma (y aun así, terminé con un expediente de notable)…

He soltado esta parrafada, y aún no he entrado a valorar el asunto de Bolonia, así que continuaré otro día...