La petición de abstención del señor Sánchez al PP tiene poca fuerza, viniendo del máximo defensor del "no es no".

Su propuesta sobre cambiar la Constitución y favorecer la investidura del más votado no goza de mayor credibilidad. Desde mi punto de vista, la idea del PP de subir el número de diputados a 400 y dar esos 50 escaños extra al partido con más apoyo ciudadano (para esto no se precisa modificar la Constitución, tan sólo la Ley Electoral) no es tampoco el camino a seguir.

En lugar de tantos regates en corto, y tiros al aire, el señor Sánchez debería centrarse en alcanzar un acuerdo con Podemos, incluyendo algunos ministerios de los llamados "técnicos" y con impacto social, y los partidos de ámbito autonómico que estén dispuestos a apoyar su gobierno, y cerrar de una vez la investidura.

Sí, es cierto que en el futuro podrían surgir problemas, especialmente con la situación en Cataluña, pero así son las cosas. Si se da un mal escenario, con un intento de repetición de la DUI o algo por el estilo (poco probable, pero no imposible), y hay que plantear otro 155, pues se reclama el apoyo de Podemos, y si no lo dan, crisis de gobierno, adiós a los ministros de Podemos, que es una prerrogativa del presidente, y a apoyarse en el PP y Ciudadanos. No queda otra.