Como se nota que nunca se han sentado delante de un tipo que te cae como una patada en la boca del estomago, pero al que tienes que sonreír tranquilamente y negociar la firma de un contrato del cual depende el futuro de tu empresa y tu sueldo.

Saben que su sueldo no peligra. Es lo que tiene disparar con pólvora del rey.