Confundir la realidad con los deseos es inventarse las estadísticas a tu conveniencia, a ti te pille en un renuncio de Cristiano y a Till en otro renuncio de Bale. Casualmente, siempre son errores favorables, casualidad lo llaman.
Tú, además, comparas el nivel de Neymar con el de Robinho, que es hacer el ridículo directamente.