El chavismo desde el principio tiene una policía política de la misma forma que la tenían los bolcheviques o Hitler. Milicias urbanas armadas que hacen la “justicia” por su cuenta y al margen de la ley. El chavismo pone el ojo y las milicias la bala, son impunes y crean una sociedad desterrar. Revientan manifestaciones y extorsionan.