EEUU ve como su misión "cambiar la trayectoria" actual de Europa, y "recuperar su identidad occidental". Para ello, sin tapujos, habla de "cultivar resistencia (...) desde dentro de las naciones europeas". Confesión de la interferencia directa en la política nacional.
Como parte de ello, explica, la administración americana ve "una causa de gran optimismo" la "creciente influencia de partidos patrióticos europeos". De nuevo, no es ninguna sorpresa, pero ahí está escrito: EEUU va a ayudar a los partidos de extrema derecha en Europa.
El ataque a las democracias europeas es salvaje. Habla de que el apoyo a Ucrania por parte de los Gobiernos europeos responde a la "subversión de los procesos democráticos" de Gobiernos que "pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición"
Por supuesto, se incluyen ataques directos contra la Unión Europea y se dibuja un supuesto "borrado civilizacional". Y, cómo no, en todo el documento hay una apropiación del concepto "occidente". Occidente = ultra conservador.
Como dice
@NathalieTocci, la administración Trump ya es claramente predecible: su objetivo es reventar el sistema europeo y beneficiar tanto a Rusia como a sus aliados políticos dentro de Europa.
La estrategia incluye, en todo caso, un detalle al que los europeos deberían prestar atención: admite que aunque Europa sea secundaria, EEUU no se puede permitir perderla. Debería mandarse un mensaje claro: o respeto mutuo, o esa pérdida "self-defeating" se materializará.
La estrategia consiste en interferir en los procesos internos de los Estados miembros, beneficiar a los partidos reaccionarios, debilitar a la UE. Europa ya era una colonia militar americana. Ahora Trump quiere que sea una colonia total: también económica y política.