
Iniciado por
Albert Dirac
Si de verdad no puedes identificar que el lamentable discurso del señor Abascal estaba plagado de odio, de rabia, de un deseo incontrolable de eliminar (no digo físicamente, pero al menos eliminar sus derechos políticos) a más de la mitad de la población española... No puedo hacer nada frente a semejante ceguera.
En cualquier caso, el señor Abascal está muerto (políticamente). Finito. Kaputt. Era un hombre que subió al estrado convencido de que iba a lanzar un mensaje valiente, renovador, que iba a mover las conciencias de sus correligionarios... El que lo abandonó era un juguete roto, a punto de echarse a llorar, y que en lugar de inspirar miedo en sus adversarios les movió primero a la risa y, finalmente, a la pena de ver la autodestrucción de un hombre frente a sus ojos.
Precisamente porque el señor Casado quiere liderar una opción de centro-derecha, no lo quedaba otro remedio que despegarse claramente de la derecha radical, autoritaria, casposa de VOX. Como bien dijo, no es que nosotros seamos "cobardes", es que no queremos ser como ustedes. La alternativa era convertirse en un satélite de VOX, y su mensaje de odio, de enfrentamiento. De provocar una nueva guerra civil.
Ahora el señor Casado ha puesto la primera piedra para que, muchos de esos cuatro millones de votos, se den cuenta que VOX nunca va a ganar unas elecciones en España, pero que mientras sea capaz de conseguir unas decenas de escaños, eso implica entregar el gobierno de la nación en bandeja al señor Sánchez, o al que lidere en ese momento el PSOE. Con Podemos, con Ciudadanos, con los nacionalistas... ya se verá, pero con el PSOE llevando la voz cantante. Supongo que tras este debate, se les habrá aclarado la mente, y aunque algunos seguirán votando a VOX, y algunos se irán a la abstención, un buen número volverá a votar al PP.
¿El futuro de VOX?. Lo mejor para ellos sería deshacerse lo antes posible del juguete roto que es el señor Abascal. Pero dudo que lo hagan. Al final el señor Abascal se marcará un "Albert Rivera" en las próximas elecciones.
La verdad es que, hace muchos años, pensé que nunca volvería a ver un político autodestruirse en directo, como hizo el señor Hernández-Mancha. Pero hay que reconocerlo, el señor Abascal, décadas después, ha conseguido superarle.