El siglo XXI no ha comenzado con buen pie en materia de desigualdad. En España, la convergencia entre comunidades ricas y pobres avanza con pies de plomo, cuando no retrocede. Esta es la principal conclusión si se analiza con retrospectiva la contabilidad regional recién publicada por el Instituto Nacional de Estadística. La mayor parte de autonomías que en 2000 tenían un PIB per capita por debajo de la media están hoy aún más abajo en el escalafón.


Los datos del INE son consistentes con otros estudios que apuntan en la misma dirección. El artículo Convergencia regional en España: 1980-2015, publicado por el Banco de España en septiembre de 2017, ya aseguraba que el acercamiento de rentas entre autonomías había sido “reducido”.

“Ni las variables del mercado de trabajo (empleo, paro) ni la productividad total de los factores han contribuido significativamente a reducir las diferencias regionales a lo largo del periodo analizado”, aseguraba el informe del Banco de España.

Hace ya cuatro décadas que la desigualdad regional en España empezó a aumentar y desde entonces esta tendencia no ha hecho más que reforzarse”, comenzaban su entrada en el blog Nada es gratis los economistas Alfonso Díez, Julio Martínez y Daniel A. Tirado hace tres semanas.




Pero claro, que habria sido de algunos territorios, mejor dicho, de las elites de ésos territorios, sin la pobreza de los otros.
Y esto desde hace siglos.


Saludos