Hay algo que solo los que vivimos aquí entendemos del independentismo catalán.

Durante 40 años, CIU nos representaba en Madrid, y aquí, PSC y Esquerra batallaban contra la derecha de CIU.

La llegada de Mas y los destapes de CIU, aflora un sentimiento de que con una República independiente y en plena crisis del 2012 arrastrada desde 2008, se nos vende la propiedad, la libertad, y el tener un mejor futuro para nuestros hijos.
Y muchos compraron la idea, de izquierda y derecha, porque se dejó de hablar de ello.

Se eliminó y pasó a ser, independiente o no independiente.

Y era fácil, muy fácil ser independentista. Hasta yo mismo pude serlo.
Y si no fui, es porque sabía que era un sueño, una ensoñación como se dice aquí, y para evitar decepciones, no me hice independentista.

Es decir, la independencia no es de ser de derecha o de izquierdas, es un cuento chino que 2 millones de adultos, se lo creyeron.