Una verdadera sorpresa inesperada que nadie en su sano juicio seleccionaría para una lista de películas de ciencia ficción. Sin monstruos ni espacio exterior, sin elementos sobrenaturales o realidades alternativas digitales o analógicas. El film es del año 59, basada en una novela que parece fue muy exitosa en los países anglosajones del año 57 de un escritor australiano llamado Nevil Shute. El título tanto del libro como del filme es “On the Beach” (La Hora Final), una producción hollywoodense dirigida por el prestigioso director (y productor) Stanley Kramer. Con un plantel de estrellas no demasiado copioso pero si prestigioso, Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire, Anthony Perkins y una lista de secundarios no tan conocidos.
La historia responde al género de la guerra fría y la amenaza nuclear que tanto juego cinematográfico dio en su época, en este caso la guerra nuclear acaba de concluir y toda la civilización parece haber perecido menos algunos reductos como Australia al que la nube radiactiva no ha alcanzado todavía pero se espera que en unos pocos meses (5) llegué a sus costas, donde arriba un submarino norteamericano (el Pez-Sierra) comandado por Peck. Yo esperaba que fuera una historia glamourosa a lo Hollywood con alguna que otra escena épica, heroica o romanticona donde al final el espíritu humano de superación se impone (todavía no existía eso de la resiliencia) o el ingenio imposible de sus científicos logra un remedio inesperado. Lo sorprendente es que su narración y tono se aleja de todos esos tópicos y se mueve en unos parámetros totalmente atípicos o al menos bastante desconocidos para mí. Si yo tuviera que definirla con una sola palabra la llamaría desconsuelo o aflicción.
Más aún, el film no entra en las causas o culpabilidad de la destrucción (cuando le preguntan al científico Astaire quién comenzó el desastre responde; “Albert Eisntein”) ni tan siquiera ofrece escenas de destrucción o de nubes radiactivas amenazantes, todo se sobreentiende y no se enfatiza ningún aspecto de la calamidad. La gente en Australia intenta llevar una vida lo más normal posible y mantener una actitud civilizada enfrentando un dilema irresoluble, suicidarse o morir entre los terribles dolores provocados por la intoxicación radioactiva. Solo una mensaje morse incomprensible e inconexo ofrece un pequeño atisbo de esperanza que ocasiona una búsqueda del origen de la señal en el submarino del Comandante Peck.
Lo que realmente me atrapa es la concepción tan elegante como realista de una sociedad que mira de reojo a un imaginario reloj de arena manteniendo la dignidad. No hay pillaje, revolución o masas arengadas, simplemente no hay respuestas para nada… solo hay una prodigiosa escena donde se da rienda suelta a una especie de locura salvaje en la carrera de coches que se celebra. Un momento “Death or Glory” maravilloso.
Los actores están maravillosos, Gregory Peck (ese hombre que parece tallado en mármol) representa la negación, la no aceptación de la muerte de su familia. Una Ava Gardner ya madura sin ese toque de belleza helénica de su juventud contempla con cierta decepción la pérdida de tiempo y sentido a una vida algo frívola, mientras un tremendo (y desconocido) Fred Astaire representa al científico escéptico y cínico defraudado por el papel de los científicos en la calamidad.
Quizás sea por la coyuntura actual o por la sorpresa de lo inesperado pero es una de esas películas con la que me he acompasado con el diapasón de la historia, que al menos a mi me ha hecho sentir alineado de una forma extrañamente realista con la situación.
Es difícil saber si existe una parábola detrás de este relato pero para mi ha funcionado como una reivindicación del amor real, concreto, presente e incondicional como el último refugio.
Como decían los antiguos filósofos griegos; Si no puedes estar con la persona que amas, ama a quien esté contigo. Agarra esa flor con tu puño enguantado y deja que las águilas vuelen junto a las palomas.
Esas son las instrucciones; espachúrrense y hagan que todo sea más agradable.
No es obligatorio esperar a la bomba !!!
Saludos