Mi yo infantil - el cual no estoy muy seguro haber superado todavía - mostraba una clara preferencia por Billy el Niño (en este caso de verdad), pero reconozco que los indios siempre me parecieron mucho más divertidos. Incluso pienso que la influencia de la famosa danza comanche me sigue acompañando en mis incursiones a la pista de baile.
Saludos