Realmente, yo creo que hablar de Clint Eastwood es hablar de uno de los mejores directores contemporaneos del cine norteamericano. Es hablar de un director que, luchando contra la feroz crítica (no se nos olvide que hasta sin perdón era tratado como un don nadie en su propio país) ha logrado colocarse en lo más alto, y ahora parece conseguir nominaciones con cada película que hace, y con ello el respeto y admiración de crítica y público.

Pero realmente la condición de gran director Eastwood se la tiene ganada casi desde sus inicios como director, con la para mi durísima e interesantísima Infierno de Cobardes. Para comprender su carrera como director es inevitable siempre hacer un pequeño recorrido por su carrera como actor, en la que su trabajo para directores como Sergio Leone y, sobre todo, Don Siegel, marca la forma de dirigir de un joven Eastwood, que desde su Play Misty for me (escalofrío en la noche, su ópera prima, aunque se comenta que realmente The Beguiled ya fue dirigida por él) acumula 27 películas como director (28 si contamos el nuevo proyecto que tiene actualmente entre manos).

Al disponer de ése pequeño espacio conocido como su productora en los terrenos de Warner (Malpaso), Eastwood al principio tiene que ir alternando películas “para el público” con proyectos más personales, que le permitan desarrollarse como director. Recordemos que muchas de sus grandes películas no fueron del todo acogidas por el público y crítica, pero sus películas comerciales siempre fueron ferozmente atacadas por los críticos norteamericanos. Así, vemos en su carrera productos como “Licencia para matar” (comercial) con “El fuera de la ley Josey Wales” (autor, y para mi una de las mejores del director), para, sorprendentemente, entrar con Bronco Billy, película de la que Eastwood se siente muy satisfecho, y a la que define como su película más “Kafka”, acercándose a la idea de “Qué bello es vivir”. Para mi, la más flojita sin duda de Eastwood como director.

Seguramente podríamos estar hablando horas y horas de este nuevo fenómeno que se ha desatado en un Eastwood ya maduro, pero que creo en condiciones de darnos unas cuantas grandes cintas más. Haber unido a público y crítica supondrá que no tendrá que hacer películas como “La gran pelea” o “Duro de pelar”, que comentabais antes, y que supusieron para la productora y distribuidora de las películas unas cuantas semanas en el primer puesto de taquilla norteamericana. ¿Se pondría antes eso de nº1 en USA?

Si has llegado hasta aquí desde luego tienes mucho aguante leyendo las divagaciones que puedo llegar a soltar. Para mi Eastwood es uno de los grandes directores, y mi director favorito. Por eso podría estar horas y horas charlando sobre él y no me cansaría, pero seguramente tu que me lees si. Así que dejo ya de dar el coñazo *

Saludos y ponchos de Almeria