Me puse a ver el primer capítulo de The Mandalorian - con esa superioridad moral que nos caracteriza a los que no nos gusta Star Wars - y me he visto la primera temporada casi de un tirón. Me lo he pasado fetén, de hecho me ha hecho sentir como de la misma forma que cuando era jovencito y echaban esas series legendarias. Ligera, lineal, nada épica, entretenidísima y muy divertida, no pretende ser más ni menos de lo que es. Un auténtico western donde todos los planetas parecen Almería y un protagonista casi tan impávido como Clint Eastwood. Tiene algo de serie-de-serie B, un ambiente analógico y polvoriento y unos robots de lo más cuco. Además no necesitas saber nada de la mitología Star Wars, se puede ver como una cosa aislada.

Hasta la sintonía es una maravilla, simple, facilona, pegadiza y de las que te activan todos los receptores mandalorianos.

Saludos