Una banda negra en territorio blanco, Living Colour, ganándoles a los decolorados en su propio terreno. Instrumental y musicálmente hablando espectaculares, con unas letras y temática intelectual y comprometida, alejándose de los tópicos metaleros más trasnochados (nada de cuentos de espada y brujería o de pobres doncellas que sucumben ante el vigor falotrópico del incansable e inagotable cantante). Un cantante con una voz inusual para estos páramos (alejado de la escuela de los "castratis" tan habituales del género como de los gutureros), un guitarrista hiperkinético y un batería y bajista espectacular. A mi particularmente me dejaba muerto el bajista de la segunda formación, Doug Wimbish. Yo los he visto tres veces y ha sido una experiencia entre aterradora y apabullante, de esas que te dejan con la sensación de haber asistido a una deflagración termo nuclear (el olor a Napalm por las mañanas...). Volumen brutal, y quiero decir BRUTAL, comienzan un tema y salen todos disparados hacía los cuatro puntos cardinales, haciendo cosas tan interesantes que no los puedes seguir. Yo normalmente me quedaba con el bajista pero es difícil no prestar atención a Vernon Reid al borde de la catalépsis en cada uno de sus solos.

Esto es la tarjeta de presentación de su primer álbum, el Culto a la personalidad que siempre me ha parecido una relectura del simpatía por el diablo stoniano dándole un perspectiva muy interesante. Aquí sacan a pasear a Stalin, Kennedy, Ghandi, Mussolini, Roosevelt, Malcom X...



Podríamos discutir si el mejor guitarrista negro (Post-Hendrix) de rock blanco es Vernon Reid, Doctor Know de los Bad Brains o Eddie Hazel de los Parliament/Funkadelic.


Saludos