La música repolluda (Kraut Rock) tiene una afinidad innata con el traqueteo rítmico tan ferroviario y con algún que otro bocinazo de aviso de estación. Es una buena llamada para incluir al menos a el Fino Duque Blanco (David Bowie), ese personaje de una aristocracia europea imaginaria, paliducha y plagada de Zombies Amorales (en sus propias palabras) de su etapa más Berliner. La canción “Station to Station” incorpora los modismos de la corriente germánica del Kraut, especialmente el empleo del ritmo “motorik” típico del 4/4 que tanta influencia ha tenido en muchas corrientes del dance europeo e internacional. En cualquier caso otra canción mayúscula de Bowie. Curiosamente no hay ninguna alusión directamente ferroviaria en su letra, pero musicalmente es inequívocamente del género.
Esta es mi versión favorita, la del directo del 78
Y otra de naturaleza “maquinista” de los estupendos Flash & The Pan australianos, el Waiting for the Train. Ilustrada con una de las escenas de baile más destartaladas que se han rodado nunca, la de la película Rock´n´Rolla. Baile asincrónico y con movimientos gallináceos que me recuerdan mis peores momentos. Lo que nunca hay que olvidar en el baile es que por mal que lo hagas tienes que poner cara de estar rompiéndolo.
Una más y de mis favoritas de The Who, el “5:15”. Una canción que describe el viaje de nuestro Mod en el tren de las cinco y cuarto a Brighton, puesto hasta las cejas de anfetaminas. La letra es extraña, llena de frases que son como ráfagas de pensamientos diversos pero funciona. La música es tremenda, desde su tranquila introducción con los acordes de piano sobre los que el bajo de Entwistle realiza algunos sutiles dibujos hasta el estallido de la banda, donde la sección de vientos realiza el riff de guitarras dándole un aire a canción de musical.
Saludos