Nunca se sabe. A veces ves una peli que viste hace siglos de las que tenías un gran recuerdo, la vuelves a ver y te decepciona un poquito. Otras que no supiste apreciar en su momento y ahora te encantan. Lo mismo pasa con la música, la literatura, un vino, un lugar, o hasta la tía que te gustaba en el instituto, ... Depende demasiado del estado de animo cuando lo experimentas. ... y también de cómo envejezca cada cosa.