Sin ánimo de crear polémica, pienso que no se debe juzgar un producto sólo por su procedencia, ni siquiera por su marca, sino por las características del producto en si, y má aún, del modelo concreto.

Si me permitís un poco de historia: Cuando yo era niño, los productos tecnológicos punteros y mejor valorados eran los europeos, y gozaban de mucho prestigio los alemanes. Cuando los japoneses empezaron a invadirnos tecnológicamente se oían frases como "los japoneses sólo saben imitar". Años más tarde, se ponen a la cabeza en innovación y nadie duda de ellos. Ahora son los coreanos los que parecen ocupar el estatus de imitadores. ¿Quiénes serán los próximos?

Creo que sí es importante valorar el estándar de calidad que las empresas confieren a sus productos, porque tal y como está el mercado global, hay qué considerar qué tanto por ciento de un producto proviene de tal o cual país, porque cada componente de un equipo proviene de una fábrica concreta, y muchas veces es de otro fabricante, incluso de "la competencia".