Todo depende de la unidad que a uno le toque.

Por mi parte hasta el momento retiré un panel de plasma en perfectas condiciones con diecisiete años de uso aunque en los dos o tres últimos poco lo encendía.
Hace unas semanas lo subí del trastero y me da un error de conexión, igual son condensadores a pesar de que hubo un instante en que funcionó.

Luego con una LED de LG del 2012 igualmente en perfecto estado incluso vendiéndose a un compañero este pasado año, la cual sigue en funcionamiento.

Para terminar una Nano Cell de septiembre del 2018 hasta ahora perfecta.

En cambio una Samsung del 2004 con apenas tres puestas en marcha y sin llegar a una hora de uso de repente sin señal de vídeo teniendo que cambiarse la placa, afortunadamente en garantía y a día de hoy de la misma manera quedando encima para verificar consolas de videojuegos sigue sin un solo inconveniente.

Por tu parte aún costando tal cantidad ganaréis por todos lados el desecharla para pasar a comprar otra.

Los televisores son un lastre, sea el que sea, como para repararlos al no se que sea en un breve periodo de tiempo desde su lanzamiento al mercado. Tras unos años la carencia de materiales o el precio de los módulos a cambiar no merece la pena gastar en ellos.

Eso actualmente. Hace bastantes años sí merecía la pena seguir manteniéndolos por la gran cantidad de técnicos cualificados existentes, hoy como con los coches suelen cambiarse piezas sin más, muy pocos profesionales intentan arreglar los módulos afectados, leds o cualquier pieza averiada. Por tanto aparte de esos absurdos precios como piezas a sustituir por poco más se elige otro con dos años de garantía y con una tecnología bastante más avanzada, si bien en ocasiones falle antes de lo estipulado.