Cita Iniciado por elbateria Ver mensaje
la gente está tan hecha al consumo y al renovar cada poco que si móvil, tablets, ordenador, tv... que cuando les explicas que en los últimos años no solo no ha habido innovaciones de mención en el tema del audio que justifiquen el cambio sino que al contrario, se han abaratado costes y es todo mucho más plasticurrero, con peores acabados, materiales y demás, te miran con una cara en plan: "pobrecico, no se puede cambiar de equipo y míralo como se autoconvence".

yo tengo un equipo medio old school en mi coche y si pudiese me pondría aún más cosas de ese palo. transformadores gordos, disipación pasiva sobredimensionada, potenciómetros tochos... entrega de corriente sin compromiso! pegada seca!

bah, estos jóvenes no saben de audio. xD
Hombre, esto abre un tema que para mí es apasionante, aunque puedo entender que para otros no lo sea, o que se considere un off-topic, en cuyo caso pido humildemente disculpas.

Toda esta cuestión en los últimos años se ha convertido en un embrollo bastante curioso, que a más de uno de los que peinamos canas deja bastante alucinado.

Cuando una persona adquiere un AV, tan de moda ellos, ¿qué es realmente lo que compra?

Haciendo un breve resumen, esto:

- Una planta de (micro)procesado de señal de Audio & Video y de conversión DAC; es decir, componentes de hardware y software que permiten procesar y secuenciar audio y/o video según unos patrones, algoritmos ("certificaciones") predeterminados. Yendo a lo práctico, ya sea en sistemas 5+ o 9+, la MG del soldado de la Wehrmacht puede oírse del central al sorround trasero izquierdo o, alternativamente y dependiendo de la sofisticación del sistema, mediante mapeo secuencial de los altavoces del sistema, siempre apoyados por un SW autoamplificado (es decir, aporta su propia potencia sin contar con el AV) que recibe una señal tratada respecto a frecuencia y LFE.
En cristiano, y dejando aparta las cuestiones de escalado de señal de vídeo, efectos, simulación que permita dar una "sensación de sonido envolvente" más o menos lograda.

Si hay personas que realmente gozan asumiendo que el suspiro orgásmico de Scarlett Johansson es más verídico si suena con un determinado mapeo de señal hacia los altavoces...bueno, me parece de lo más respetable. En todo caso, esto es producto de la implementación informática, y no olvidemos que un ordenador convencional de los actuales, a los precios que conocemos, integran tecnología muy sofisticada que no se encuentran necesariamente en un AV (y, por cierto, ni en las estaciones espaciales de última generación, en las que se sigue la máxima de la eficiencia a través de componentes de alta fiabilidad sin sofisticación innecesaria, y con redundancia de sistemas)

- Una planta amplificadora que se suponga "suficiente" para materializar la señal decodificada hacia los altavoces, contando en la inmensa mayoría de los casos con soportes autoamplificados (SW) que no requieran corriente del AV.

Pues bien, sí, respecto a lo que es la cuestión de materializar esa señal en cuestiones de audio/video y respecto a cine, los sistemas -más o menos holgadamente- cumplen su cometido, con mayor o menor implementación de certificaciones, con mayor o menor sofisticación en la traducción de señal.

Ahora bien, si el sistema se pretende para uso alternativo o recurrente de música estéreo, la cosa puede cambiar ostensiblemente. Aquí las cuestiones que realmente hay que analizar son:

- La calidad de la planta amplificadora.
- Los altavoces frontales en conjunción, en su caso, del SW.

Tengamos presente que el proceso sofisticado de señal no debería ser parte de la ecuación aquí. Pero lo cierto es que en no pocos casos, acaba siéndolo porque se ofrecen posibilidad como el "multistereo" con señal procesada en el que la presencia de sonido por más de dos (+ 1) altavoces puede enmascarar las deficiencias de la planta amplificadora en casos en que el oyente no demande una calidad importante de sonido (léase, "melómanos y/o audiófilos").

Pero en los casos en que sí se demanda una calidad apreciable en el resultado final del sonido, no pocos AV (y altavoces, por supuesto) cojean porque sale a relucir el poco énfasis con que se han cuidado las bondades de amplificación y los transductores en los sistemas AV multi.

De ahí que el salto en precios sea muy apreciable; de 500 Euros promedio en unos casos a 2.500 o 3.000 en otros (o más, dependiendo de los casos).

Y, por supuesto, el hecho de que mucha gente aprecie que la música se oye mejor con un ampli de hace 25 años que con un AV de precio contenido y última generación.

¿Solución? Dos:
a) Pasta, $, €, para seleccionar componentes que, además de incorporar tecnología de microprocesadores de última generación, sumen una planta de amplificación parecida o equivalente a la usual en otros tiempos y, por supuesto, altavoces a la par (no necesariamente tan caros, depende de los casos, de la ubicación, de la estética, de las necesidades, etc.)
b) AV con Preout y buscar vatios de calidad en otros garitos, ya vía etapa y frontales pasivos "neutros" que el AV ecualice al gusto del consumidor, ya mediante altavoces activos de alto rendimiento y precio contenido.

Y la cuestión del eje japonés/chino/coreano, también apasionante, lo dejamos para mejor ocasión, para que no me echen :-)

Perdón por el tocho.

Saludos