Hoy mismo he comido con unos amigos, todos con formación técnica superior. Uno de ellos me hablaba de las excelencias de la televisión 4K y la enorme diferencia que suponía respecto al FullHD, él lo había comprobado en el Corte Inglés. Le he hablado de la sugestibilidad y de como nuestros sentidos muchas veces nos engañan, que a cierta distancia no es tan sencillo diferenciar las resoluciones y él seguía empeñado que en su caso no era así. Como no era cosa de montar una prueba ciega en el restaurante, he cogido dos teléfonos, unos de ellos Samsung y otro iPhone y le he preguntado cual, en su opinión, tenía una resolución mayor. Él es un fan de Apple y ha contestado sin dudar que el de mayor resolución era el iPhone. El modelo era un 3GS con 320x480 pixeles y el otro un Galaxy S4 de 1920x1080.
Es amigo y a pesar de eso, en lugar de reconocer su error por subjetividad ha callado y ha mirado para otro lado. Es lo mismo que te pasa a ti cuando hablas de cajas baratas que suenan mejor que otras mucho mas caras, hay un porcentaje de gente que nunca va a admitir que eso pueda ser cierto.