No puedo estar más en desacuerdo. La misma orquesta no suena igual cuando actúa en un concierto desde el escenario que cuando lo hace en una ópera encajonada en el foso.

Y la misma orquesta, aún encajonada en el foso en una ópera, no suena igual si el director la “mantiene a raya” para no pisar a algún tenor “gatuno” (de esos que cantan muy entonados y con mucho sentimiento, mucha lírica, pero casi, casi, susurrando, como un gatito maullando) que cuando lo hace “suelta de manos” (aunque, a veces, sea a costa de llevarse por delante al tenor y “cargarse” la obra)

Vaya por delante que no tengo ni idea de música (simplemente la escucho y la disfruto), pero no creo que el “loudness” sea un recurso de chismes baratos; es una necesidad si no podemos escuchar la música al volumen requerido.

El hecho es que la respuesta de nuestro sentido auditivo en frecuencia respecto al volumen del sonido no es lineal. Si queremos alta fidelidad, esto es, escuchar en casa como si estuviéramos en directo y estamos limitados a hacerlo a bajo volumen, necesitamos de alguna corrección para disfrutar de una experiencia similar.

Saludos.