En mi opinión, el problema viene de que cada vez más la afición al cine en casa y la alta fidelidad es más minoritaria (a la gente joven no les engancha, con ver Youtube en el móvil le es suficiente). La respuesta ante unas menores ventas es subir los precios, con lo que las ventas caen más todavía (la gente que es aficionada, o no cambia de equipo, o lo posterga y posiblemente por uno de gama más baja para que no se vaya de precio).
Por otro lado los fabricantes sienten la necesidad (salvo excepciones) de estar sacando continuamente modelos nuevos, que en el fondo son prácticamente iguales que los anteriores, con la única finalidad de "crear" la necesidad a los aficionados de tener que cambiar porque su modelo deja de fabricarse y por lo tanto "es" obsoleto. Todos esos cambios, aunque mínimos, encarecen el coste de producción de los equipos y seguramente en muchos casos, no provocan aumentos de ventas, sino que incluso produzcan efectos contrarios. A la gente no le gusta que le dejen "anticuado" su receptor recién comprado, en cuatro días.
El futuro no pinta demasiado bien para esta afición.