CAPÍTULO DOS (otros detalles)
Al sacar las lamas de madera del techo me di cuenta que el aislamiento original que puse hace 35 años era un poco precario (visto con ojos de 2022). Así pues esta vez intenté aislar lo mejor posible con materiales mas efectivos y modernos... preparando un poco mejor la sala para tanta variación climática extrema que se nos avecina.
Como he dicho antes, para el nuevo techado puse lamas acústicas de tipo ranurado, que cumplian perfectamente absorbiendo resonancias y no rompían nada con la estética de un techo de madera de aspecto totalmente normal.
Aprovechando el zafarrancho de combate del techamen, aproveché para pasar un HDMI nuevo (el proyector iría ahora en la pared trasera de la sala) y preparar la instalación de los cuatro altavoces Atmos de techo.
Para estos últimos opté por unos JBL Control 328C, unos altavoces de instalación coaxiales de 8" con tweeter a compresión y que necesitan una caja dedicada dada su configuración Bass Reflex. Estos altavoces vienen pre-montados en un baffle de 30cm de diámetro que incorpora los dos tubos resonadores y que por ello le da un aspecto algo aparatoso para ser un simple 8".
Por tanto fue necesario hacer unas cajas ex profeso pegadas al techo de obra. Utilicé DM hidrófugo, pero calcular los 20 litros internos de las cajas (que exigía JBL) en un techo irregular e inclinado y con vigas por medio, no fue un trabajo fácil!!
Finalmente ya pintados, los volví a instalar en el techo y les puse unas rejillas de licra que se sujetan con pequeños imanes de neodimio tipo botón (que pegué en esos cuatro orificios que se ven marcados en las cajas).
Continuará.....
Un saludo del Oso