5. CONCLUSIONES
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Según los estudios pertinentes realizados, en más de un 95% de los casos,
podemos afirmar que la intención de compra está influenciada por la
publicidad, la persuasión y la valoración de las marcas.
- La participación ciudadana y la educación de las personas como consumidores
se han convertido en una pieza fundamental en las identidades sociales (Alonso
Benito, 2005, p.121-132).
- En este trabajo se ha comprobado que la publicidad, la persuasión y la
valoración de las marcas son variables estadísticamente significativas para
explicar la intención de compra, la cual explican en un 96,6%.
- Cuanto mayor sea la valoración de las marcas, mayor será la intención de
compra
- Cuanto mayor sea la persuasión comercial, mayor será la intención de compra
- Cuanto mayor sea la publicidad, mayor será la intención de compra
- Cuanto mayor sea la publicidad, mayor será la valoración de las marcas.
- Todas la relaciones analizadas muestran que los consumidores son inducidos
hacia el consumo a través de distintos mecanismos vinculados a los mensajes
publicitarios y a al deseo de pertenecer a “grupos sociales exclusivos” a través
de la utilización de marcas, como signo de distinción, de pertenencia al grupo
- Si las sociedades quieren promover el consumo responsable y sostenible,
deben dotar a la ciudadanía de mecanismos de apoyo para defenderse de las
campañas mediáticas, sobre todo de las más agresivas
. La educación se ha
manifestado como una potente ayuda para contrarrestar la posible
manipulación publicitaria, con formación e información fidedigna.
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Existe una necesidad de intervención social, mediante políticas públicas de
carácter formativo, de modo, que protejan y defiendan a la ciudadanía para
tomar decisiones libres, basadas en la información y la racionalidad.
- La publicidad posee un mayor peso relativo respecto a todas las variables
estudiadas. Por tal motivo, su regulación debe ser una prioridad para generar
entornos amigables y respetuosos con las sociedades de consumo actuales.
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Dichas políticas públicas deben establecerse en un marco regulador que impida
campañas “depredadoras” y ciertos métodos publicitarios.