Buenos días! Escribo para contar que acabo de colocar unas gomas aislantes para altavoces de suelo y que, a pesar de lo extremadamente escéptico que era con el asunto, convencido de que se trataba de un auténtico camelo, debo confesar públicamente, aquí, expuesto a la burla general, que el resultado ha sido tan inesperado como extraordinario. El sonido se ha vuelto más limpio, más equilibrado, como más pleno de matices... ¡Parece mentira! Y, en esto, entiendo que la sugestión, tan presente en todos los órdenes de la vida, poco papel ha podido jugar porque, como decía, estaba convencido de que no habría ninguna diferencia perceptible. Pero, desde luego, estaba equivocado.
Ya sé que con esto no sorprendo a la mayoría de quienes frecuentan este foro, con más experiencia y conocimiento en estas materias que el que ahora escribe, pero sí que me gustaría animar a quienes, como yo hasta hoy, todavía no creen en ello, a que tengan fe... e inviertan una pequeña cantidad de dinero para hacerse con unos aislantes/desacopladores. Merece la pena. Vaya que sí.