EL MENSAJE PAPAL | EXHORTO ADEMAS A CONCLUIR EL CONFLICTO EN ORIENTE MEDIO
Juan Pablo II llamó a evitar una guerra contra Irak
Fue en el mensaje de Navidad. No mencionó directamente a Bagdad, pero llamó a detener un conflicto "que puede ser evitado".
El Vaticano ya había criticado la guerra preventiva de Bush.
Julio Algañaraz
Con aspecto muy frágil y cansado, el Papa de 82 años celebró ayer su 25ª. Navidad como Pontífice y en su mensaje "Urbi et Orbi" (A Roma y al mundo), en el que saludó también en 62 idiomas desde la plaza de San Pedro, lanzó
un llamado casi desesperado contra la guerra que sufre la Tierra Santa
y el conflicto bélico que se avecina por los preparativos de Estados Unidos contra Irak.
En Belén, la ciudad natal de Cristo, que sufre la ocupación militar de Israel, las celebraciones natalicias fueron "
las más tristes que se recuerdan", según sus habitantes palestinos cristianos.
Sin mencionar a Irak, habló de la guerra que se avecina y dijo que es necesario actuar en Oriente Medio "para
apaciguar los siniestros enceguecimientos de un conflicto que gracias al trabajo de todos puede ser evitado".
En las últimas semanas el Papa ha ido centrando sus intervenciones, cada vez más dramáticas, en el panorama bélico que se va delineando en el Golfo, donde en 1991 ya se combatió una guerra liderada por los Estados Unidos contra el Irak de Saddam Hussein, que en agosto de 1990 había invadido el vecino país de Kuwait.
Con motivo del mensaje que difundirá el 1° de enero próximo, Día Internacional de la Paz,
Juan Pablo II hizo decir hace unos días a uno de sus "ministros", que "la guerra preventiva es una guerra de agresión".
Fue un impacto directo contra los proclamados planes del presidente norteamericano George Bush.
En Washington temen que el Papa ataque la política bélica contra Irak en forma cada vez más clara y contundente.
Estas preocupaciones explican las críticas que formuló el "ministro de Relaciones Exteriores" del Papa,
el arzobispo francés Jean Louis Taurán, contra los aprestos bélicos norteamericanos contra Irak hace cinco días, que fueron seguidos por otras intervenciones en la misma línea de altos prelados católicos.
El Papa también se refirió a las amenazas del terrorismo, que motivó a su vez es peciales medidas de seguridad dentro y fuera de la Basílica de San Pedro para las ceremonias de la Misa del Gallo que terminó en la madrugada de ayer, y del Mensaje de Navidad, presididos por Juan Pablo II. "Del pesebre de Belén
se eleva un llamado urgente para que el mundo no ceda a la desconfianza, a la sospecha y al recelo, incluso si el trágico fenómeno del terrorismo aumenta las incertidumbres y los temores".