Una conversación en Catalunya
Oriol Petrus Domei | 11/09/2008 - 12:26 horas
Llegar a Catalunya después de muchos años lejos de aquí, ha requerido un proceso de adaptación muy intenso. El reencuentro con viejos amigos, y la reintegración social, política y dialéctica, han dado lugar a desayunos como el de este domingo en una esquina de la Diagonal de Barcelona.
Cuatro personajes. Una pareja, ella yugoslava. Bueno, había sido yugoslava toda la vida, hasta que una carta llegada a su domicilio en México, le informaba de que ya no lo era. Ahora era croata. Curiosamente ella nació de manera accidental en la actual Croacia, pero en realidad a excepción de ella, toda su familia ha nacido, crecido, vivido, trabajado, reído y llorado en Montenegro. Con lo cual, como su familia vea su actual pasaporte croata se puede montar un buen sarao.
Así, ella viaja a ver a su familia con el pasaporte mexicano, obtenido después de su matrimonio con un catalán cuya familia emigró a México en 1937 después del asesinato de uno de sus miembros. Él está hoy presente en el desayuno que intento narrarles y es después de tantos años fuera, prácticamente mexicano.
Otro de los contertulios es Joan Enric, que durante toda su vida fue Juan Enrique. Así lo bautizó el cura y así le llama su devota madre de origen andaluz y así le hemos llamado sus amigos durante toda la vida, hasta hoy que en 73 ocasiones durante el desayuno nos aclaró: que él se llama Joan Enric y o nos aprendemos el nuevo apelativo, o "aquí van a llover hondonadas de hostias", según nos dijo en una de sus pocas intervenciones en Lengua Española, ya que decidió que a partir del primer "juanito" que le soltáramos, él sólo hablaría en català -lengua Europea y representativa de "els païssos catalans"-.
Con este ambiente tan "cálido" y después de tantos años sin vernos, omitiré el contenido literal de todas las intervenciones pero les resumo el resultado:
La yugoslava, perdón, la croata-montenegrina, (y también mexicana) acabó discutiendo, con acritud, con Joan Enric, (Juan Enrique hasta que la ley le dijo que se podía cambiar el nombre). Él hablando en catalán, ella español. Discutían por algunos puntos como que no hay manera de que los hijos de este matrimonio estudien en español y le parece extrañísimo que una lengua que es conocida en todo el mundo como español con la bendita ñ, en España con ñ, se llame castellano.
Además montó en cólera contra la Iglesia Católica Catalana, a la que devotamente asiste también "juanito", perdón Joan Enric, porque resulta que en tierras mexicanas ella se ha adherido a "la Obra" que fue fundada por un español y tienen en "la Obra" la costumbre de ir a Misa todos los días, pero se ha encontrado con que el 80% de las misas en Catalunya son en catalán y, por el contrario, en el cine, el 90% de las películas son en castellano y todo esto para ella es un sin sentido, que desata su ira.
Pensamos que al tener ideas cristianas en común la discusión se tranquilizaría, pero nada, cuando el amigo Joan Enric vio que se criticaba la "visca catalunya lliure" montó en cólera contra la balcánica, que afirmaba que los nacionalismos son una estupidez que provoca división. Omitiré los muchos insultos y palabras altisonantes en montenegrino, catalán, español-mexicano y castellano que se dijeron ambos durante un buen rato.
Ella nos dejó claro lo que ha entendido según lo que ha visto, lo que ha leído (en castellano) y lo que le han explicado desde que llegó a España hace unos meses.
Desde la segunda república, antes de la guerra civil y hasta nuestros días, salvo algunos años de transición, los dos grandes grupos a los que te puedes integrar son la Izquierda y la Derecha. Del lado izquierdo están los rojos, ex republicanos socialistas y del Derecho o la derecha, los fachas, capitalistas, ricos y católicos. Y esto lleva un pack integrado en el que no hay ningún criterio: si estás de un lado, atacarás sistemáticamente al otro, seas periodista, político, escritor, o portero.
La Democracia consiste en ir a las urnas con el voto claro a favor de uno o de otro y sobre todo, con la convicción de que votas al mismo tiempo "en contra de", acto patológico que deja la sensación de: "que se jodan". Actitud poco democrática, por cierto. A partir de ahí "llueven hondonadas de hostias" de momento no físicas. Da igual dónde, pero el escenario ideal: un plató de televisión, en el que sabremos de antemano la opinión de un señor llamado Enric Sopena (antes también era Enrique como mi amigo) y la de Miguel Ángel Rodríguez, puesto que uno es rojo y el otro, facha.
No hace falta el criterio. Sabrás de antemano lo que dicen los periódicos pues están sintonizados en base a estas dos posturas, se ataca o se apoya según estas dos ideologías. Rojos contra Fachas, con el odio casi centenario de por medio. Y pasan los días y crece el odio contra el bando contrario.
Hoy muchos españoles, muchos catalanes, sienten verdadera aversión ante los rivales. Surgen las arcadas al ver al líder y a los acólitos del bando contrario. Esta democracia según la yugoslava-croata-montenegrina-mexicana crea el ambiente ideal para que vuelvan el odio la división y por consiguiente "las hondanadas de hostias" de esta democracia con apariencia de concurso de TV que tuvo su última gran cita, según le informaron a la yugoslava-croata-montenegrina-mexicana, en las ultimas elecciones estatales donde ganaron el mismo día un tal chililicuatre y el señor Presidente Rodríguez Zapatero.
La opinión pública estaba pendiente de ambos resultados con alto índice de participación e interés y parece que en ambos casos, democráticamente se sabía de antemano quién ganaría. Lo curioso es que el ganador (el de las urnas, no el de los SMS y que me perdonen por la comparación) puede presumir de serlo, debido a que ganó en Catalunya, donde lo de los dos bandos no está tan claro, pues aquí lo más importante es conseguir saldar las deudas del pasado, corregir las agresiones entre otras cosas a nuestra augusta lengua y nuestro sistema fiscal y para ello estamos dispuestos a votar y apoyar al mejor postor.
Así pues, en Catalunya no gobierna el más votado sino la coalición que más réditos puede obtener del más votado en el Estado Español del que se habla como se habla de un país vecino y que en este caso es del bando Izquierdo, rojo, ex republicano. Y a partir de aquí, se abre la posibilidad de que una vez obtenido esto nos independicemos.
El hispano mexicano trató de defender a su mujer, de tranquilizar al amigo, de insistir en mi intervención en uno u otro sentido y la verdad es que lo único que se me ocurrió fue llamar al camarero para pedir una cerveza bien fría, alargar la mano para coger el periódico que estaba en la silla contigua y exclamar: ¡Anda! Ha ganado España 1-0 a los bosnios; a lo que todos exclamamos: ¡Bien! excepto Joan Enric, lo he dicho bien, Joan Enric que sólo dijo: Bé!
En fin, parece que las cosas están listas para que empiecen a llover "hondanadas de hostias".