En 1982 el matrimonio entre Richard y Linda Thompson estaba en ruinas. Además, no estaban en su mejor momento profesional.
En esas condiciones, y con Linda embarazada, les ofrecieron grabar un album, "Shoot Out the Lights". Resultó ser el mayor éxito de sus carreras, además de ser alabado por la crítica, e incluso hicieron una pequeña gira por Estados Unidos. Tras esa gira, y habiendo dado ya a luz Linda, el matrimonio se rompió definitivamente.
Pero en ese disco estaba incluida una canción maravillosa, que sigue sonando como nueva cuarenta años después. Se trata, claro, de 'Walking on a Wire':