Pues desde un tiempo a esta parte estoy disfrutando tanto o más del sonido en los auriculares que en las cajas acústicas.
Puede que sea cuestión de una racha pasajera, pero el tanto por ciento de audiciones en auriculares aumenta y el de las cajas disminuye y para mí esto es sintomático. Eso me ha llevado a plantearme el motivo por el cual está sucediendo esto, dejando al margen la posibilidad de que sea una racha pasajera, que pudiese ser, por cierto.

He analizado la situación en base a varios parámetros relacionados con la escena y con la tímbrica, además de otros adyacentes como son la comodidad, factor WAT etc y he llegado a la conclusión que salvo en el tamaño de la escena, que es mayor (que no necesariamente mejor) en las cajas acústicas por razones obvias, en el resto de parámtros no hay color en favor de los auriculares que ganan ampliamente en todos ellos. Aclarar que estoy hablando de auriculares de gama muy alta como son los Sennheiser HD800 que son los que estoy utilizando, aunque creo que las conclusiones pueden ser extrapolables a otros modelos inferiores en calidad y gama de precios.

El aspecto más controvertido pudiese ser el relacionado con la escena. Evidentemente la amplitud siempre será un aspecto en el que las cajas partan con ventaja, pero dependiendo de muchos factores (colocación, tratamiento acústico, tipo de recintos etc) la misma puede ser deficiente. No es extraño encontrarse con escenas donde no existe tridimensionalidad, con una "montonera" de instrumentos en el centro y una reproducción de frecuencias incompleta. En esos casos es preferible poder apreciar una separación de instrumentos correcta y un rango de frecuencias más completo, aunque no exista tanta amplitud. Una escena amplia deficiente no sirve para nada, salvo para desilusionarnos.

En lo concerniente a aspectos tímbricos objetivos como la microinformación ( "detalle" o "sonido analítico" que le llamamos algunos) nitidez (transparencia) y las ventajas que aporta la ausencia de sala, con todo lo negativo que en un gran porcentaje de ocasiones transmite al sonido (emborronamientos, resonancias, estridencias etc) asi como en otros aspectos complementarios como la comodidad de uso, la posibilidad de no tener que estar en permanente "posición de escucha" (sweet point) con la desventaja de perder gran parte de la misma si nos movemos 10 cm hacia un lado, el factor WAT de nuestra parte, debido en gran parte al escaso tamaño de la mayoría de sistemas, su portabilidad, asi como la incomodidad añadida que supone estar moviendo cajas en salas no dedicadas de lugares incómodos, ausencia de peligro para niños o animales por el riesgo de accidentes, compra de soportes, spikes o cableado con el consiguiente gasto añadido, creo que hacen de los auriculares el sistema perfecto para escuchar música con una gran calidad y con inmensas ventajas a su favor.

¿Qué opináis sobre esto?

Un saludo