Esto que comentas se acerca mucho a mi caso con mi novia.
Últimamente nos gusta sentarnos en el sofá a hablar, preparar fines de semana o simplemente escuchar música. Para ese caso nos gusta escuchar un buen estéreo a 3 metros y tipos muy variados de música (de buena fuente).
Cuando estamos de limpieza o cocinando entonces le damos al botón de 7 canales estéreo que lleva la música a toda la sala y ponemos cualquier cosa de Spotify.
Depende del día, de la hora, de las ganas... hoy por hoy se puede cubrir bien.
Tengo otro equipo estéreo puro en el que me gusta sentarme solo, sin ruidos ni distracciones. Aprox 2.5 metros de distancia de escucha, pero en ese caso no se me puede hablar. Ahí me gusta buscar el detalle, descubrir música no comercial, cerrar los ojos y buscar el matiz aquí o allá.
Y es que la música no deja de ser un reflejo del estado de ánimo. Por eso en la ducha nunca me pongo jazz, sino radio. Por eso en el coche nunca pongo clásica sino rock.
Por eso en mi caso la componente subjetiva ligada a la música es (mucho) más importante que gráficas o números. Al final en mi caso se trata de disfrutarla, no de medirla.