Para programación y uso general, la resolución FHD en una pantalla OLED debería ser más que suficiente, ya que la densidad de píxeles es bastante buena para tareas como navegar y trabajar en ofimática. La ventaja de un 3K se nota más en tareas visuales exigentes, como edición de fotos y vídeos, pero para el uso que describes, el FHD OLED es una opción excelente y más económica.