Aquí hay tres temas distintos.

Por un lado, la decisión de compra, que es algo personal y que se ve influida por una serie de factores: precio, posibilidades económicas de cada uno, tecnología, imagen de marca,...

Por otro, la máquina en concreto, que, como cualquier máquina, es susceptible de tener defectos. En diversas áreas. Que pueden incluso llevar a la devolución del aparato, en los primeros días de uso.

Finalmente, el servicio post-venta de la marca en cuestión, para tratar esos defectos cuando aparecen en el periodo de garantía.

Es perfectamente posible comprar un televisor de gran calidad, encontrarse con el tiempo algún problema importante, y necesitar activar la garantía. Una marca como Panasonic, y todavía más en su producto estrella (excepto esa OLED que tienen más como imagen corporativa que otra cosa), debe reaccionar de forma rápida y contundente: con un cambio de panel, o un cambio completo del televisor. Y yo creo que es lo que van a hacer.