En política como en cualquier negociación la ingenuidad es un arma que bien usada te hace llevar dicha negociación a tu terreno, haciendo creer al adversario que eres tonto, cuando en realidad lo que buscas es que se delate y quede en evidencia.

Justo lo que le falta a estos políticos, unos y otros, la ingenuidad de cuando somos niños y pensamos que todo el mundo es buena gente.