En mi caso personal, yo siempre le he hecho saber a la marca que estoy muy agradecido, y, que entendía perfectamente que, estadísticamente te puede salir, de hecho siempre hay un porcentaje que tendrán más que estudiado,un aparato con taras, y en este caso me había tocado a mí.

Pero lo que no consiento es, primero que un SAT, que es una empresa al fin y al cabo, que, no nos olvidemos, vive de clientes como nosotros, tenga la desfachatez de dejarte todo un día a la espera sin avisar, y, que a día de hoy no haya sido capaz de, a menos disculparse. Y tener esas bazofias, por que no se pueden llamar de otra forma, es responsabilidad de la marca.

Después, que a nivel informativo, la opacidad ha sido tremenda. Si a mí me dicen que el repuesto va a tardar un mes, o que se tiene que reunir en septiembre el director general con el rey para estudiar mi caso, porque en Agosto no trabajan, pues al menos ya tengo algo de información y me quedo más tranquilo. Pero, me he de enterar que me va a atender otro servicio de otra ciudad no por la marca, que sería lo normal. Si no por el SAT, que me llamó para ir a por ella.

Y lo de que hasta que no llega la TV nueva, están pensando que vienen repuestos para repararla, es de traca. Y de eso el SAT no tiene la culpa.

Como digo, agradezco y mucho el cambio. Pero la gestión de la información es lamentable, y la sensación de desamparo increible.

Ojala no os tengáis que ver los afortunados con vuestras TV en esta situación. Ya os digo yo que en ese caso no opinariais igual.

Saludos.