Conclusión
Gran Turismo 5 es un título que parecía destinado a volar entre y por encima de los dioses. Si utilizáramos el símil de la mitología griega, Gran Turismo parecía que estaba destinado a superar al mismísimo Zeus. La realidad es que Gran Turismo 5 no ha nacido como dios, sino como Aquiles, que no era precisamente un mortal cualquiera. La grandeza de aquel mítico héroe es que aún sin poseer el poder más absoluto, sus hazañas y sus poderes han sido más admirados y recordados que los de muchísimos dioses. Y aún poseyendo su talón de Aquiles (Gran Turismo 5 tiene unos cuantos) consiguió pasar a la historia como el más hermoso y rápido de los héroes reunidos en Troya.
Nos hemos tomado el tiempo necesario para analizar tan magna obra, nos hemos puesto el mono de conducción como se ha de poner, con mimo y tiento y sin necesidad de vestirnos despacio falsamente. Largo y tendido, y con volante, hemos ido evolucionando y palpando un juego que es un magnífico in-crescendo, es una obra magna y absoluta de homenaje al automóvil, a la conducción. Gracias a ese recorrido hemos podido comprobar que Gran Turismo 5 consigue sensaciones de simulación que ningún otro juego en consola es capaz de conseguir y, encima, apoyándose en el mayor número de vehículos, circuitos, modos de juego, estilos de competición, condiciones climatológicas y museo del automovilismo creado hasta la fecha.
Los problemas de diseño de menús, la falta de un online competente y a la altura de la competencia, el sonido de los derrapes, la falta de una respuesta de fallos mecánicos decente o la falta de competitividad de la I.A en los primeros niveles son ligeros talones, pequeñas motas en un robusto y cincelado cuerpo de héroe que posee el apartado gráfico más impresionante que jamás ha tenido un juego de conducción (iluminación, coches Premium y modo foto son sólo los ejemplos más destacables). Pero es que los gráficos resultan totalmente irrelevantes cuando, a través de un volante con Force Feedback, sentimos cada bache de Nürburgring o cada piedra en las cunetas de la Toscana. El apartado visual sólo es un envoltorio que esconde un fascinante apartado técnico, motor de físicas incluido, destinado no a entrar por nuestros ojos (que también) sino a entrar por el resto de nuestros sentidos, empezando por el pie que pisa el acelerador hasta llegar a los brazos que agarran con fuerza el volante.
Tras seis años encerrados en su cueva, el artesano Yamauchi y su equipo, han conseguido un videojuego de conducción que se siente y que se vive. Razones, ambas, que rozan lo subjetivo pero que cualquier amante de la conducción, con o sin volante, sabrá valorar una vez haya realizado un par de pruebas por los circuitos más exigentes que ha realizado el hombre. Más no se puede pedir. Guste o no, el título de Polyphony Digital es toda una caja de sorpresas que va premiando y agasajando al jugador a medida que avanza y sube de nivel. Quizá no sea el sistema más actual para muchos jugadores que lo quieren todo al principio, pero sí que es el sistema perfecto para Gran Turismo 5. Un juego que no tiene prisa por llegar el primero al principio en carreras de poca monta, sino que prefiere deleitarse en enseñar a conducir, para que al final, en las grandes competiciones, pueda realizar las vueltas más perfectas que se haya realizado jamás.
Lo mejor: Las increíbles y apasionantes sensaciones que logra transmitir el título a través de un volante, sencillamente no hay nada igual. El completísimo y robusto apartado gráfico, con unos coches Premium, modo Foto e iluminación apoteósicos. La fuerza bruta del juego, no hay nada igual a nivel de números (coches, circuitos y modos de juego). La fantástica banda sonora de menús y la panoramización del 7.1. La inclusión de los eventos, sencillamente geniales. Que tras tantas páginas de análisis, que esperamos te hayas leído al detalle, aún pudiéramos comentar muchísimo más de lo que puede llegar a ofrecer el juego.
Lo peor: Que pese a todo el motor físico, daños estético y penalizaciones haya ocasiones en los que un golpe a 200km/h nos permita adelantar puestos en vez de retirarnos de la carrera. El sonido de los golpes y los derrapes, no está a la altura. El diseño de menús. Para muchos que el juego tarde en arrancar (I.A., coches Premium, circuitos de gran calidad) les impedirá disfrutar de una obra magna de la conducción. Controlar el título con la X para acelerar y el cuadrado para frenar (jugad con el stick o con volante).
Historia: --
Jugabilidad: 9,5
Multijugador: 8
Gráficos: 10
Música/Sonido: 9
Edición Española: 9,5
9'5