Ayer estuve viendo algunas imágenes del famoso juicio de Rubiales y tengo que confesar que hacía tiempo que no me reía tanto. El juez está más cabreado que una mona, con un mosqueo del treinta y con una cara que dice "¿Por qué coño me ha tenido que tocar precisamente a mí esta mierda de caso?, ¿para esto me he hecho yo juez?.
Saludos