El problema en Cataluña es que no se practica la inclusión lingüística sino la exclusión lingüística. Ahora no es cuestión de defender el catalán, sino de defender el castellano (por si alguien no lo sabe, cataluña sigue formando parte de España igual que Extremadura o cualquier otra región, territorio, autonomía o como quieras llamarla).
Para los radicales todo lo que huela a castellano es repugnante y no solo el idioma. Ese fanatismo y esa radicalización excluyente ya les está saliendo cara y me temo que así seguirán hasta que se hundan y es una lástima. Están practicando algo de lo que tanto renegaron sus antepasados: el provincianismo y la paletada.
Lo auténticamente doloroso de todo esto, es que los catalanes son muchísimo mas inteligentes que quienes les llevan por ese camino. Muchísimo mas abiertos al mundo que esos provincianos que solo piensan en aislarse de los que les rodean. La mayoría de su población sin distinción ideológica, no es excluyente sino todo lo contrario.