Pues sí. La panacea del audio resulta que está en las Woxter, un sub sencillo de segunda mano, unos cojines, pegarse a los altavoces y no escuchar a alto volúmen. Después está la grabadora para ver si está bien y de paso optimizar el conjunto. Y no se admite ni siquiera algún tipo de duda, porque si lo haces te encuentras con las "lindezas" (palabra que gusta mucho últimamente) tipo "ignorante cegado por la sugestión", "no saber optimizar el conjunto (inútil)", "tener en nuestro equipo un sonido que no pasa de mediocre" o poco menos que estúpido por gastarte el dinero en ciertos componentes. Esa es la auténtica realidad de lo que ocurre aquí.