Re: Actualidad internacional
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Iniciado por
Vanlose
Vaya, resulta que no era una broma lo del voto meditado

. Y yo que te iba a confesar que votaba guiado por el aspecto físico de los candidatos.... En serio, a veces pienso que lo que salva a las democracias es el voto no ideológico, el de aquellos a los que les trae al fresco todos esos mensajes sobre si la inclusión, el liberalismo, el fascismo, izquierdas o derechas, la defensa de lo público y cualquier otro término sobre el que se construyen los discursos de campaña. Todas esas personas que lo único que ven es que tienen más dinero en el bolsillo y son más ricos o más pobres que antes o todos los elementos tangibles y concretos que rodean su vida.
Si no fuera por ellos esto sería siempre una foto fija, así que un viva por todos los infieles, descreídos y que no se leen ningún programa electoral.
Saludos
Joder Vanlose, si lo que salva la democracia es el.voto no ideológico, te digo una cosa, que mal lo tiene la democracia.
Por ahí comentó Miguel, con el que suelo estar de acuerdo el 95% de las veces, que en.Andalucía un tercio votaba por políticos o políticas (y no me refiero a géneros diferentes) de subvención, de paguitas, y demás, y no le falta razón.
Pero no es menos cierto, y se dice menos, y yo desde luego no tengo los datos, que hay también una parte importante de la población que vive bien con el PSOE o el PP en el Gobierno, que para eso los conocemos y podemos hacer negocios con ellos. No vaya a ser que entren otros y s busquen otros proveedores.
Para mi ambos casos son casos de votar pensando en el bolsillo de cada uno. Y muy dignas cada una, que con las cosas del comer no se juega.
Luego estamos el resto que a lo mejor no vivimos ni de una cosa ni de la otra, el bolsillo lo llenamos de otros caladeeros, pero no nos gusta que nos discriminen por ser blanco o negro, hombre o mujer, hablar castellano o catalán, etc. Porque mientras miramos el bolsillo eso también pasa, cosas de la ideología. Algunos, mientras tanto, imponen la suya ... a ver como se nos queda el bolsillo si seguimos mirando para otro lado.