Iniciado por
matias_buenas
Esto que dices
creo que es muy aventurado y como todo, depende de muchos factores . Yo estoy más bien en la línea que apunta peck y me explico.
Obviando estética, diseño, tamaño y precio (que también cuenta, por supuesto), vamos a ceñirnos en el aspecto técnico .
1.- Resolución
No puedes comparar un TRC de inferior resolución a un plasma o LCD de mayor resolución . Digo esto, porque hasta hace poco e incluso hoy, raros son los TRC que llegaban a las 500 líneas de Tv y sin embargo eso y mucho más es habitual en los plasmas y LCD. Pero a igualdad de resolución y con una buena electrónica detrás que garantice la convergencia, ahí tienes empate pues verás lo mismo.
2.- Brillo
Ahí no puedes comparar la tecnología TRC a ninguna todavía . Cierto es que ya se le acerca sobre todo el plasma, pero pon cualquier cacharro a la luz diurna en una terraza y a ver cuál se ve menos antes. Además, la visualización digital está sujeta a 8 bits en origen salvo para algunos formatos utilizados como master en HD que tarbajan a 10 bits (inaccesibles por coste al usuario) . Eso quiere decir, que tendrás 256 niveles o escalones de luz por color . En un TRC ese valor se acerca al infinito por color por lo que en todos los casos, las transiciones de color, es decir, la naturalidad siempre sera superior en un TRC aunque las distancias están ya muy cortas y a efectos prácticos estamos ya casi en el límite de la percepción humana .
3.- Contraste
Es difícil encontrar plasmas o LCDS con relaciones superiores a 15.000 :1 pero esto es habitual en un buen TRC . En un LCD tienes que poner freno a la luz de alguna manera para obtener un negro profundo cosa que no ocurre en un TRC ya hace tiempoy es la única tecnología cuyos negros son negros de verdad y es raro ver un blanco quemado cosa que en los plasmas sí que se ve con demasiada frecuencia, aunque, insisto, las distancias ya son muy pequeñas.
Un ejemplo, es que la mayoría de las estaciones de diseño gráfico trabajan con monitores TRC ... Por algo será.
Ahora, si metes las prestaciones, que tienen las nuevas tecnologías, jóvenes aún y con mucha evolución por delante, su diseño, capacidad de pantallas más grandes, espacios que ocupan menores, pues las distancias ya sí que son tan cortas que elegir un LCD o un plasma no es hacer el tonto ni muchísimo menos, pues se ven muy bien y harás una elección acertada.
Pero la referencia en imagen, lo que se pretende igualar por parte de los fabricantes o superar, me temo que todavía la tiene el viejo tubo (uno bueno, ojo, que hay castañas infumables por ahí), aunque no sé por cuánto tiempo.
Un saludo.